Bogotá ha anunciado que ha caído el “Mono Jojoy” en Macarena (Meta) no tan lejos de la frontera colombiana con Perú. La agencia noticiosa pro-FARC, aceptando esa posibilidad, sostiene que se trata de otro crimen de la CIA.
Este sería el quinto de 7 miembros del Secretariado máximo de esta guerrilla, la más antigua y fuerte del hemisferio occidental, en haber fallecido desde el 2008. Los otros fueron “Raúl Reyes”, “Iván Ríos”, “Tirofijo” y “Domingo Biojo”. Tirofijo fue el líder histórico y Reyes fue su número dos.
A la muerte de ambos las FARC decidieron colocar como su cabeza a un ideólogo antes que a un jefe guerrero. Por el antropólogo “Alfonso Cano” por encima del “Mono Jojoy” (comandante del frente oriental) quien seguía siendo su principal caudillo militar.
Para “Semana” Jojoy fue el más sanguinario militante de las FARC y la suya sería la principal muerte propinada por las FFAA contra ésta. Esta misma revista bogotana había venido pronosticando previamente que el cerco contra “Jojoy” se cerraba tras la caída de varios de sus lugartenientes y como resultado de un debilitamiento de la guerrilla.
Quien había nacido el 5 de febrero de 1953 cerca a la capital colombiana como Jorge Briceño había recibido el apodo que llevaba con orgullo desde sus 8 años de edad hasta el día de su muerte (22 septiembre 2010) por parte de “Jacobo Arenas”, el primer jefe que tuvo las FARC. Se cuenta que Arenas solía llamar al hijo de su cocinera como “mono” (cariñoso apelativo colombiano) y él respondía riéndose “jo-jo”. Orlando Gomez de La Hora de Quito me escribió diciéndome que ese seudónimo, más bien, se da en razón de un gusano llamado “jojoy” que se escabulle fácilmente en la selva. Jojoy, como empezó a ser conocido, sirvió como guardaespaldas de Arenas y luego escaló hasta ser un “mariscal” de dicha insurgencia.
La baja producida para la subversión colombiana no es una simple monada o motivo para tener un jajá. Lo acontecido querrá ser utilizado por el nuevo gobierno para ir aislando y desmoralizando a las FARC presionando a ésta para que busque hacer una serie de concesiones (entrega de prisioneros y parar ataques y secuestros) a fin de serle ofrecida un proceso de negociación.
Santos deberá buscar sacar ventaja de ese duro golpe y de que acaba de iniciar su mandato como el presidente que más votos haya recibido en la historia nacional y el que más apoyo de diversos partidos y congresistas viene recibiendo.
La guerrilla colombiana, mientras tanto, sabe que no puede tomar el poder por la vía militar por lo que debe escoger 4 escenarios: seguir el sendero centroamericano o sudafricano de buscar remplazar las armas por las urnas, marginalizarse como el senderismo peruano, replegarse hasta esperar el desgaste del régimen o dar un giro hacia el trabajo sindical apartándose del militar a fin de revitalizarse.
Algo que llama la atención es que mientras que el partido de Lula acepta a las FARC como miembro del Foro de Sao Paulo, la internacional de la izquierda latinoamericana que lidera, el gobierno brasilero le vendió al colombiano varios de los 30 aviones súper tucanes que fueron utilizados en la operación Sodoma que fulminó a Jojoy y su grupo.
[…] diez días de la Operación Sodoma, que acabó con el “Mono Jojoy”, las autoridades colombianas confirmaron la muerte de Jorge Posada Medina, alias Ignacio o Pipón, […]