Los incendios en las provincias del río Volga, al sureste de Moscú, siguen a los que se produjeron los pasados julio y agosto en el centro del país y que dejaron al menos 54 muertos durante la peor ola de calor que el país ha registrado.
En esta ocasión, los incendios, alimentados con los fuertes vientos y los meses de sequía, han destrozado más de 500 edificios de al menos 26 aldeas de las provincias de Volgogrado y Saratov, y han dejado más de 17 heridos, según la portavoz del Ministerio de Emergencias, Yelena Chernova.
Más de 2.500 personas y al menos cinco aviones están implicados en la lucha contra las llamas, según el Ministerio de Emergencia. Las imágenes de televisión muestran a hombres uniformados corriendo con cubos de agua y echando arena sobre las llamas. “Estamos trabajando sobre la ubicación de los incendios, la situación está bajo control”, aseguró Chernova.
En una reunión celebrada hoy con el ministro de Emergencias, Sergei Shoigu, el primer ministro, Vladimir Putin, ha decidido destinar 1.000 millones de rublos (25,4 millones de euros) a las regiones de Volgogrado y Saratov, afectadas por graves incendios, según ha informado este viernes el Gobierno en un comunicado.
Volgogrado recibirá un total de 900 millones de rublos (casi 23 millones de euros), mientras que Saratov obtendrá los 100 millones restantes.