La bielorrusa Victoria Azarenka sufrió un desmayo, posiblemente provocado por un golpe de calor, y debió abandonar el partido que perdía en el primer set ante la argentina Gisela Dulko en el Abierto de Estados Unidos.
El desmayo de Azarenka, décima preclasificada, causó estupor y temor entre el público en Flushing Meadows, fue atendida de inmediato y retirada de la cancha en silla de ruedas y con toalla con hielo en su interior alrededor del cuello.
“Azarenka se retiró con síntomas parecidos a dolores de cabeza”, dijo la organización del torneo. “Se la llevó a un hospital cercano para que sea diagnosticada. No parece una enfermedad relacionada con el calor”. Tanto aprieta el sol que encontrar una sombra equivale a dormir con la persona amada. Así, al borde de la eliminación, “exhausto y con pánico”, describe el martes el serbio Novak Djokovic sus sentimientos cada vez que se refugiaba del sol durante su partido. “Y me refiero”, aclaró luego; “a que es el mejor sentimiento del mundo”. Djokovic fue estirado hasta los cinco sets. El sueco Robin Soderling, también. El francés Gael Monfils, también. El chipriota Marcos Baghdatis, también (hasta ser derrotado por el francés Clement). Y así, otros tantos partidos, tanto en hombres como en mujeres, vividos en la tensión de un set decisivo: puestos frente a la situación de emergencia generada por el calor, hubo tenistas que decidieron guardar fuerzas para las siguientes mangas cuando se encontraron en desventaja.
“Hace un calor muy duro”, cuenta Feliciano López, que mañana se enfrentará al francés Paire y que quizás vio al letón Gulbis perder dolorido por las ampollas y las quemaduras del sol. “Hay que hidratarse para evitar que te de bajón”, avisa el toledano, uno más de los españoles que se pasea con una bebida rosa, de producción estadounidense, en las que mezclan vitaminas, hidratos y agua. “Mucho depende de cómo esté uno de fuerzas, de ganas”, le continúa Tommy Robredo. “De los españoles dicen que tenemos más capacidad de sacrificio, pero no sé si es tan así, porque al final del año todos jugamos los mismos torneos. Quizás nos caracterizamos por jugar puntos más largos, porque en un partido de rallies aguantemos mejor. Hay que estar bien de cabeza, aceptar el calor y estar preparado”.