Martes, 5 de Noviembre del 2024
El escándalo de tráfico de influencias que involucró a una ex asesora la semana pasada le pasó la cuenta a la candidata oficialista a la presidencia de Brasil, Dilma Rousseff, en los sondeos de intención de voto para los comicios del domingo.
La postulante, considerada la “delfín” del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva para sucederlo en la presidencia, descendió del 49 al 46% de las preferencias, según una encuesta de Datafolha dada a conocer ayer.
El sondeo inyectó una dosis de optimismo en la oposición, que intenta forzar a una segunda vuelta electoral que hace una semana parecía desechada.
Con 46%, Rousseff vencería en las elecciones del domingo, pues equivaldría al 51% de los votos considerados válidos (descontados blancos y nulos). Pero no puede perder más si quiere asegurarse la victoria en un solo turno, para lo que requiere 50% más uno de los votos válidos.
Cálculo electoral
Su más cercano rival, el opositor socialdemócrata José Serra, no se benefició directamente de los que dejaron de apoyar a Rousseff y mantuvo el 28% de la intención de voto que arrastra desde la semana pasada.
En todo caso, de haber una segunda vuelta el 31 de octubre si la candidata del Partido de los Trabajadores (PT) no obtiene una mayoría absoluta el domingo, será Serra quien la dispute.
