Mediante una sencilla técnica denominada papetas, la Unidad Ejecutora Nº 110 protege de los efectos de la intensa humedad, que en los últimos días llegó a su pico más alto, a las murallas de barro más afectadas del complejo arqueológico de Chan Chan, en Trujillo (La Libertad).
Cristóbal Campana, director de dicha institución, encargada de la restauración y conservación del monumento arqueológico, explicó que la técnica consiste en absorber las sales que se impregnan en los muros y que son las sustancias que generan la exfoliación y erosión de las estructuras.
Precisó que para esto se colocan amplias láminas de papel higiénico humedecido en agua destilada sobre las superficies dañadas para que en un lapso de una o dos semanas, en promedio, adsorban la concentración de sales.
El especialista recordó que, según los informes de la estación meteorológica instalada en la zona, en los últimos días, la humedad alcanzó un índice del 97 por ciento, considerado el más alto del año, dañando las cabeceras y bases de las murallas.
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