Entre agosto y octubre las ballenas jorobadas arribararán a las costas peruanas . Los empresarios turísticos que operan en las playas del norte se preparan para recibir a numerosos turistas, sobre todo de Europa, atraídos por el espectáculo natural que ofrecen estos cetáceos.
Se estima que este año, más de 1,000 cetáceos viajarán 7,000 kilómetros desde sus lugares de alimentación en aguas antárticas a zonas de reproducción y crianza en aguas subtropicales y tropicales, ubicadas en el norte del Perú, Ecuador, Colombia, Panamá y parte de Costa Rica.
En varios países la observación de ballenas (whale-watching en inglés) es una industria turística que mueve millones de dólares. Y es que estas ballenas ofrecen una experiencia única: saltan, “bailan” y golpean frecuentemente el agua con la cabeza, las aletas o la cola.
Las ballenas hembras grandes pueden alcanzar los 20 metros y pesar 20 toneladas, y los machos 15 a 17 metros, y se les puede apreciar en aguas tranquilas, es decir, antes del alba.
Precisamente, empresarios turísticos del norte peruano adecúan las infraestructuras para esperar a los visitantes foráneos, lugareños y nacionales, amantes de la fauna marina.
En ese sentido, Jacqueline Vargas Fort, gerente general de DCO Suites, Lounge & Spa, exhortó al Ministerio de Transportes y Comunicaciones y a la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (Promperú) revisar las tarifas aéreas a los destinos de Tumbes y Piura, puesto que desde hace casi dos meses los costos para el turista nacional oscilan entre 200 y 300 dólares.
“Hemos tenido muchas cancelaciones porque (los turistas) pueden encontrar ofertas más económicas al Caribe u otros países de Latinoamérica. Un precio justo por las horas de vuelo a estos destinos no debiera exceder los 120 dólares”, sostuvo.