La tragedia se produjo en un túnel de acceso al descampado en el que se desarrollaba la fiesta principal, a la que asistieron 1,4 millones de personas, reportó la agencia alemana DPA.
Por el túnel de cien metros de largo que da al descampado -un amplio terraplén de trenes de carga en desuso cercado de vallas metálicas- presionaban miles para entrar y salir del abarrotado lugar, por lo cual la gente murió aplastada.
“¿Cómo pudieron habilitar como acceso un solo túnel, que puede acoger un máximo de medio millón de personas, sabiendo que iban a asistir el doble o el triple”, cuestionó un testigo de la tragedia.
“Algunos fueron aplastados contra las paredes del túnel, todos querían entrar, salir, escapar, hubo pánico, la gente no sabía qué hacer”, narraba horrorizada una muchacha a la televisión alemana.
En Duisburgo, ciudad industrial alemana, se celebraba por primera vez la “Fiesta del amor”, la tradicional megafiesta de la música tecno inaugurada en 1989.
El fundador de la Love Parade -el mítico DJ Dr. Motte, ya retirado del evento- reaccionó indignado: “La culpa la tienen los actuales organizadores por la pura avidez de hacer dinero”.
“En vez de hacer una fiesta abierta, como siempre, prefirieron cobrar dinero cercando el recinto”, condenó Motte.
Es que habitualmente, los DJs y los “ravers” se trasladan sobre camiones con megainstalaciones y a su alrededor bailan, en estado frenético, los fanáticos del sonido tecno.
Tras un fallo del Tribunal Constitucional Federal alemán, la Love Parade de 2001 perdió su estatus de manifestación política del amor para convertirse en evento comercial, y hace tres años se trasladó además de Berlín a la región del Ruhr.
Helicópteros de rescate aterrizaron en una autopista cercana para atender a los heridos, en tanto la fiesta continuaba con el aval de un comité de crisis de la ciudad a los organizadores que no suspendieron el acto “porque de lo contrario podría producirse un desastre mayor”, dijo el vocero municipal, Frank Kopatschek.
El ulular de las sirenas de las ambulancias y la policía se sumó al monótono ruido de la música tecno, por lo cual la mayoría de los asistentes de la fiesta siguieron bailando sin enterarse de la tragedia.