El coste de limpieza del vertido de crudo en el Golfo de México para British Pretolium (BP) ha alcanzado ya los 2.650 millones de dólares (2.150 millones de euros), informo la compañía en un comunicado.
La cifra incluye las operaciones técnicas para tapar el vertido, así como las subvenciones a los estados del Golfo de México y otros pagos de reclamaciones.
El gasto diario medio en los últimos tres días de trabajos ha sido de 100.000 dólares (81.000 euros), el mayor gasto diario desde que se produjo el derrame de crudo.
Según la compañía, en estos momentos trabajan en la limpieza del vertido 39.000 personas, ayudadas de 5.000 cargueros y 110 aviones.
BP ha recibido más de 80.000 reclamaciones de pagos e indemnizaciones, de las que ya ha embolsado 41.000, que suman un valor de 128 millones de dólares (103,7 millones de euros).
Además, la compañía informó de que ya se han recogido 652.000 barriles de crudo, lo que equivale a 27 millones de galones, y de que se tienen controlados 275 incendios, lo que ha permitido retirar 238.000 barriles en la superficie marítima.
Pese a las continuadas pérdidas de BP en Bolsa, los títulos de la compañía ascendieron hoy un 3,66 por ciento, hasta los 315 peniques después de que el viernes cerraran la semana en los 289 peniques, el precio más bajo de sus acciones en catorce años.
El valor de las acciones de BP se ha reducido a la mitad desde el pasado mes de abril, cuando se produjo el derramamiento.
Mientras prosiguen las labores de limpieza, el consejero delegado de la compañía, Tony Hayward, se encuentra hoy en Moscú para reunirse con el presidente ruso, Dimitri Mevdéved, y darle garantías de que la petrolera no está al borde de la quiebra por culpa del derrame en el Golfo de México.
Se espera que discutan sobre las operaciones en Rusia, donde BP concentra alrededor de un cuarto de su producción mundial.
Recientemente, BP ha tenido que negar los rumores que apuntaban a que la compañía podría verse obligada a vender sus inversiones en Rusia, que incluyen una pequeña participación en la empresa petrolera estatal Rosneft.
Las implicaciones políticas del coste del derrame han llevado a que el asunto fuera tratado también en la última reunión del G-20 de este fin de semana en Toronto (Canadá), donde se reunieron el primer ministro británico, David Cameron, y el presidente de EEUU, Barack Obama.
Según un comunicado de Downing Street tras al reunión, los dos mandatarios acordaron que BP debe hacerse cargo de la limpieza del vertido y de las compensaciones por los daños derivados de él. EFE