Jueves, 25 de Abril del 2024 
Lima, may. 17 . Hace algunos siglos, el Perú era visto como un paraíso por intelectuales europeos. Como prueba, está la antigua expresión francesa: “c’est pas le Pérou”, que significa: “no vale un Perú”, utilizada al referirse a cosas de poco valor. Hoy, esta frase da título a la muestra de la artista Sandra Nakamura, en la cual replantea el valor de las cosas y las identidades.
C’est pas le Pérou es una instalación de más de 200 mil monedas de un céntimo, todas mostrando el escudo del Perú y no su valor monetario. ¿Cuánto vale un céntimo? El espectador no puede caminar sobre las monedas –aunque puede verlas incluso desde fuera de la galería, por una vitrina enorme–, lo que construye una experiencia espacial y temporal.
Así, se demuestra que los objetos cotidianos como estas monedas de baja denominación, tienen significados emocionales muy distintos.
“Las monedas también son parte de la identidad. Los yenes, por ejemplo, tienen tatuado un árbol: solos parecen poco, pero juntos son toda la fuerza”, comenta la artista. ¿Cuánto vale el Perú, entonces? El valor que le dé cada persona, uno íntimo, personal, pero a la vez potenciado en la unión.
En moneda extranjera
La artista realizó la mayor parte de su carrera en el extranjero, pues estudió y vivió diez años fuera del Perú. La muestra C’est pas le Pérou pertenece a una serie de intervenciones que utilizan monedas de mínima denominación.
“La idea de trabajar con monedas surgió en España, cuando no podía comprar ninguna propiedad y me pregunté cuánto vale algo”, afirma Nakamura. Con temática similar, ha realizado muestras en Europa, Estados Unidos, Japón y Lima, utilizando monedas locales.
A su regreso al Perú, la artista confiesa que: “Es difícil volver a incorporarse a ser limeño, a ser peruano, a veces no valoramos lo que teníamos y perdimos, por eso quiero proyectar lo que cada persona crea valioso del Perú para ella”.
La artista ha trabajado también interviniendo espacios públicos para darles otro significado. En Lima, destaca su intervención al Teatro Colón, en la cual proyectó imágenes del teatro en la fachada.
