Dicho compromiso es una nueva edición de un duelo entre dos equipos que suman cinco títulos mundiales y que son referencia importante del fútbol internacional.
Sin embargo, los dos equipos no sólo se parecen en eso sino que también comparten un largo ayuno de títulos que hace que el trabajo de sus seleccionadores -Joachim Löw y Diego Maradona- tenga mucho que ver con una lucha desesperada por recuperar la grandeza perdida.
Alemania no gana un título desde 1996, cuando ganó la Eurocopa al imponerse en la final a la República Checa, Argentina no sabe lo que es ser campeón desde 1993, cuando ganó por última vez la Copa América.
En la memoria de Maradona -que parece haber olvidado la Copa América del 93- el ayuno es todavía más largo pues ha dicho que Argentina no gana nada desde hace 24 años.
Alemania sacó a Argentina en cuartos de final del pasado Mundial. Pero los críticos no se cansan de recordar que Alemania sólo pasó a semifinales por penaltis y que el partido técnicamente fue un empate.
Los dos equipos llegan al partido con hambre lo que ha hecho que Maradona pronostique un gran partido.
“Ellos quieren ganar, nosotros queremos ganar. Va a ser un partido espectacular”, dijo Maradona.
Los equipos se respetan. Maradona ha hablado del espíritu de lucha de los alemanes, que pelean cada partido hasta el último minuto. Löw, por su parte, ha subrayado la calidad individual que tiene Argentina.
La última vez que los dos equipos se vieron las caras la cosa terminó en trifulca, tras la eliminación por penalti de los argentinos. De ambos lados, sin embargo, se asegura que llegan al amistoso sin ánimo de revancha