Jueves, 21 de Noviembre del 2024
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, descartó tajantemente hoy la hipótesis de disputar las elecciones de 2014, en caso de victoria de su candidata, Dilma Rousseff, en los comicios de octubre próximo, que definirán a su sucesor en el gobierno.
En una entrevista exclusiva que publica hoy el diario “O Estado de Sao Paulo”, el mandatario aseveró que tampoco buscará influir en una eventual gestión de Rousseff, quien ha sido su asesora directa desde 2003, primero como ministra de Minas y Energía y, luego, como jefe del Gabinete Civil.
“Dilma tiene que crear su estilo, su cara y hacer sus cosas. Y a mí me corresponde, como un aficionado en las gradas, aplaudir sus aciertos e hinchar para que tenga éxito y haga lo mejor”, afirmó el mandatario en declaraciones que recoge DPA.
Asimismo, aseveró que no piensa regresar al gobierno en los comicios de 2014, en los que, según espera, Rousseff buscará la reelección.
“El que sea elegido presidente tiene el derecho legítimo a salir candidato a la reelección. Este es un punto pacífico. Esta es la prioridad número uno”, dijo Lula, quien admitió que cambió su posición inicial, favorable a un cambio constitucional que otorgara a los presidentes un mandato de cinco años en lugar de cuatro, pero sin derecho a la reelección.
“Hoy, con mi experiencia de presidente, quisiera decirles algo: nadie, ningún presidente de la República con un mandato de cuatro años concluirá ni una sola obra estructurante en el país”, enfatizó.
Lula aseveró que confía en que Rousseff, quien mañana será aclamada por el oficialista Partido de los Trabajadores (PT) como su candidata a la Presidencia, realizará un buen gobierno: “Tengo total confianza en Dilma, en que sabrá hacer las cosas correctas para este país”.
El presidente aseveró que ignora si Rousseff realizará un gobierno más a la izquierda que el suyo, tal como pronostican muchos analistas: “Si ella toma una decisión más izquierdista que las mías, tendré que encarar con normalidad y, si toma una posición más derechista que la mía, tengo que encarar con normalidad”.
Al ser indagado sobre las propuestas izquierdistas contenidas en el borrador del programa de gobierno que se debate este fin de semana en el IV Congreso Nacional del PT, Lula afirmó que espera una postura “sabia” de su partido.
“Quiero creer que la sabiduría del PT es tanta que el PT no echará a la basura la experiencia acumulada por el propio partido, que tiene a un gobierno aprobado por el 72 por ciento de la opinión pública después de siete años en el poder. Esa es una riqueza que ni siquiera el más nervioso de los trotskistas sería capaz de echar a perder”, dijo.
Por otra parte, el mandatario, quien entregará el gobierno a su sucesor el 1 de enero de 2011, afirmó que dejará como principal legado un “cambio de paradigma”.
“Antes, la gente (los gobernantes) debían avanzar solamente un eslabón. Hoy, la gente tiene que saber que ha pasado por la Presidencia alguien que trepó diez eslabones. Y el sucesor tendrá que trepar 11”.
“Será todo muy bonito, porque el que habrá dejado la Presidencia será un tornero mecánico, históricamente no calificado para asumir la República. El que venga después, tendrá que hacer mucho más”, concluyó.
Según las últimas encuestas, Rousseff marcha actualmente segunda en la disputa presidencial, pero ha logrado reducir substancialmente su desventaja frente al líder de las preferencias, el gobernador de Sao Paulo, José Serra, candidato por el opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
Una investigación del Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística (IBOPE, privado) divulgada este jueves reveló que Rousseff tiene hoy un 25 por ciento de la intención de voto -frente al 17 por ciento en octubre pasado-, mientras que el índice de preferencias por Serra bajó levemente, del 38 al 36 por ciento, en el mismo período.
(FIN) Agencias/JCC
