La liga de fútbol más rica del mundo, laPremier League de Inglaterra, empezó a mostrar su talón de Aquiles este viernes cuando el club Porstmouth fue incapaz de mantener el nivel de deudas y se declaró en cesación de pagos o estado de “administración judicial”.
Luego de semanas de búsqueda, el Portsmouth no pudo encontrar comprador y tuvo que ser intervenido judicialmente por una deuda que rebasa los US$100 millones.
En el sistema inglés, “administración” es un paso previo a la quiebra en el que una empresa insolvente se resguarda de sus acreedores para intentar una reestructuración.
En riesgo están 110 años de historia del Porstmouth en el balompié inglés.
Para algunos analistas, esto era inevitable en una liga en la que -según las propias autoridades de fútbol- la deuda de los equipos supera a las deuda conjunta de todoso los clubes europeos.
Camiseta y números rojos
Hace unas semanas, el Portsmouth fue goleado sin piedad (5-0) por el imparable Manchester United, equipo símbolo del poderío futbolístico inglés.
Esta superioridad de los llamados Diablos Rojos no empata, sin embargo, con su aspecto financiero.
Se encuentran en los extremos de la tabla de clasificación, pero comparten una misma dolencia: una deuda de enormes proporciones. La deuda de la compañía madre del club es de US$1.160 millones. Otro club que también tiene deudas enormes es el Liverpool.
Una investigación de la Unión Europea de Federaciones de Futbol (UEFA) muestra que los clubes ingleses, en su conjunto, concentran el 56% de la deuda de todos los equipos de Europa.
Bajo las reglas de la liga, el Portsmouth perderá nueve puntos, lo que prácticamente lo condena a descender de la máxima categoría del fútbol inglés, ya que en la actualidad es el último en la tabla.