Naciones Unidas demanda 1.440 millones de dólares (unos 1.070 millones de euros) para asistir a los tres millones de haitianos que necesitan asistencia humanitaria por la situación en la que ha quedado el país caribeño tras el terremoto del pasado 12 de enero. Se trata de la mayor cantidad requerida para atender a una población afectada por un desastre natural, por delante de la solicitada en 2005 tras el tsunami que afectó a varios países del Índico (1.410 millones de dólares, unos 1.050 millones de euros).
“Tenemos que volver a echar mano de nuestro corazón y nuestros recursos, con solidaridad y compasión. Hoy pedimos a la comunidad internacional 1.400 millones de dólares para ayuda humanitaria y reconstrucción”, dijo ayer el secretario general del organismo, Ban Ki-moon, en una reunión con donantes a la que también asistió el coordinador de la ayuda internacional para Haití, el ex presidente estadounidense Bill Clinton, ya recuperado de la operación que se le practicó el pasado 11 de febrero. La ONU ha recibido ya más de 600 millones de dólares (445 millones de euros) desde que lanzó su primera petición de ayuda para Haití el pasado 15 de enero, tres días después del seísmo, pero ahora necesita otros 768 millones para garantizar la ayuda a tres millones de personas durante todo un año, según Ban.
El dinero solicitado se sumará a la ayuda que se recaude en la de la conferencia mundial de donantes para la reconstrucción de Haití, que se celebrará a finales de marzo en la sede de Naciones Unidas en Nueva York y estará presidida por Clinton.
Al menos 200.000 personas perdieron la vida en el terremoto de siete grados en la escala de Richter que sacudió Puerto Príncipe y otras localidades del sur del país. El seísmo ha dejado además a 1,2 millones de personas sin techo, de las que unas 700.000 se han instalado en campamentos improvisados carentes de las mínimas condiciones higiénicas y sanitarias, según Naciones Unidas. El organismo tiene previsto repartir unas 30.000 tiendas de campaña en las próximas seis semanas y una cantidad de lona resiente al agua suficiente como para proporcionar refugio a un millón de personas.