Martes, 5 de Noviembre del 2024
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, ha recibido en su residencia de verano de Sochi, a orillas del mar Negro, una doble visita. Por un lado, la de su primer ministro, Vladímir Putin, y por otro, la de la canciller alemana, Angela Merkel. Con su jefe, Putin ha pasado un rato de ocio, paseando por la orilla del mar y jugando al badmington. Con Merkel, el encuentro ha tenido más contenido: crisis económica y derechos humanos.
El presidente ruso, que se ha reunido ya tres veces con Merkel este año, ha expresado a su interlocutora la necesidad de una mayor colaboración entre ambos países para salir de la crisis económica. “Debemos pensar en cómo, reforzando nuestros lazos económicos estratégicos, podemos ayudar a nuestras economías y ciudadanos a superar las consecuencias de esta gran crisis y salir de ella más fuertes”, ha dicho el presidente ruso.
Otro de los puntos de la agenda de la entrevista tenía que ver con los derechos humanos. De hecho, la canciller ha destacado la necesidad de investigar a fondo las recientes muertes de activistas humanitarios en Chechenia.
En este sentido, Medvédev ha asegurado que los asesinatos perpetrados en el Cáucaso persiguen el objetivo de desestabilizar la situación en el área. Sobre los asesinatos de activistas de derechos humanos en Chechenia, de los que parte de la prensa rusa y organizaciones de derechos humanos acusan al presidente checheno, Ramzán Kadírov, Medvédev calificó los homicidios de “desafío para la dirección chechena”.
El pasado 15 de julio en Chechenia fue asesinada Natalia Estemírova, activista del movimiento en defensa de los derechos humanos Memorial, cuyo director, Oleg Orlov, responsabilizó del crimen a Kadírov. Esta semana otras dos personas, la directora de la ONG juvenil Spasiom Pokolenie (Salvemos la generación), Zarema Saiduláyeva, y su marido, Alik Zhabraílov, fueron asesinadas en Chechenia.
Más comercio
Uno de los temas centrales de la reunión ha sido el comercio. Alemania es el mayor socio comercial de Rusia, con un intercambio que alcanzó la cifra récord de 67,2 millones de dólares (47.000 millones de euros) el año pasado.
Los líderes rusos han manifestado que la crisis global, que ha provocado que la economía del país entre en una profunda recesión, es una buena oportunidad para aumentar el comercio y las inversiones bilaterales. Moscú está considerando invertir en las empresas alemanas Infineon y Quimonda.
En tanto, Merkel ha mostrado abiertamente su preferencia por la propuesta de Magna, respaldada por Rusia, para tomar el control de Opel. Las discusiones sobre el futuro de Opel han llegado a un momento clave, y la canciller dijo que esperaba una decisión “lo más pronto posible”.
