Domingo, 22 de Diciembre del 2024
General Motors (GM) anunció hoy que planea invertir 1.000 millones de dólares en Brasil hasta el 2012, para desarrollar una nueva línea de vehículos destinada a Sudamérica, un mercado clave de la automotriz que busca salir de la protección por bancarrota.
El fabricante de autos estadounidense planea destinar el grueso de los fondos en su fábrica Gravatai del sureño estado de Rio Grande do Sul y en su centro de ingeniería en Sao Caetano do Sul, en las afueras de Sao Paulo, dijo Jaime Ardila, presidente ejecutivo de GM para Brasil y el Mercosur, en un comunicado.
La inversión, que en moneda brasileña alcanza a 2.000 millones de reales (1.020 millones de dólares), es parte de un plan de inversiones de 2.500 millones de dólares para el periodo 2007-2012 en la región del Mercosur, la unión aduanera que incluye a Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay.
La inversión aumentará la capacidad producción de GM en Brasil a algo más de 1 millón de unidades al año, desde entre 800.000 y 900.000 actuales, dijo Ardila en conferencia de prensa en Brasilia.
“Creemos que el mercado brasileño será muy fuerte, continuará creciendo a una tasa de al menos 5 por ciento al año y también creemos en las perspectivas para la exportación de los nuevos modelos”, afirmó el ejecutivo.
Los nuevos modelos estarán dirigidos al mercado doméstico, exportaciones a los países del Mercosur y GM está considerando entregarlos en otros países, como Sudáfrica, dijo Ardila.
Al menos el 50 por ciento de los fondos para la inversión provendrán de GM en Brasil y la otra mitad de bancos estatales, agregó.
La automotriz ya aseguró una línea de crédito de 344 millones de reales del banco local Banrisul y está en conversaciones con el estatal Banco Nacional de Desarrollo (BNDES) y otra entidad financiera brasileña.
GM hizo el anuncio luego de que Ardila se reuniera en Brasilia con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, un ex metalúrgico que inició su carrera política a finales de la década de 1970 como líder sindical del sector automotor en el cinturón industrial de Sao Paulo.
El plan prevé destinar 1.400 millones de reales al desarrollo de dos nuevos modelos compactos bajo la marca Chevrolet y aumentar la producción en la planta Gravatai de GM a 380.000 vehículos al año, tres veces su actual capacidad.
“Se convertirá en la mayor y más importante fábrica de GM en Brasil y en los países del Mercosur”, dijo Ardila.
Los restantes 600 millones de reales se gastarán en operaciones de GM en otras partes de Brasil, dijo la compañía en un comunicado sin dar otros detalles.
Brasil ha surgido en años recientes como un mercado crucial para GM, debido a su saludable economía y a la expansión del crédito, que ha permitido a millones de brasileños comprar su primer auto.
La automotriz estadounidense tuvo en el 2008 su mejor año en Brasil y, hasta ahora, registra ganancias para el 2009 pese a una baja de la economía que ha forzado a las manufactureras a recortar costos, dijo Ardila el 2 de junio.
GM salió la semana pasada de la protección por quiebra en Estados Unidos como una automotriz mucho más ligera, tras vender operaciones clave a una nueva compañía cuya propiedad mayoritaria es del Gobierno. La reestructuración dio al Tesoro estadounidense una participación del 60 por ciento en la nueva GM.
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