El G-8 arranca sin acuerdo por la reducción de gases contaminantes

La cumbre del G-8 empieza con mal pie. Los principales países del mundo, que desde hoy se reúnen en la ciudad italiana de L’Aquila, no han conseguido aún ponerse de acuerdo en uno de sus principales objetivos: reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera para el 2050, según informan fuentes oficiales de la negociación a la agencia Reuters.

Los negociadores oficiales de los 17 Estados que forman parte del Foro de las Principales Economías sobre Energía y Cambio Climático han fracasado a la hora de acordar la reducción de gases, después de que India y China, dos de los países más contaminantes del mundo, se opusieron a cualquier recorte y no aprueban el borrador de la cumbre.

Según las fuentes, India quiere ver a las naciones más ricas hacer profundos recortes de sus emisiones para 2020 y que éstas desarrollen planes para financiar ayudas a catástrofes naturales causadas por el cambio climático.

La intención de los países más ricos del mundo es trabajar conjuntamente con los 200 Estados implicados en las negociaciones de la ONU contra el cambio climático a fin de reducir las emisiones de gases con efecto invernadero a un 50% para 2050. Los negociadores reconocen necesidad de esta reducción, pero en la mesa de negociación hay por ahora diferencias.

A esta cumbre de los ocho países más ricos de la tierra se suman esta vez el G-5 (las economías emergentes) y Egipto, además de una quincena de países invitados, entre ellos España. El cambio climático es una de las principales cuestiones de estos días aunque hay otras importantes como la crisis global, la pobreza en el continente africano y la situación en Afganistán, Oriente Próximo e Irán. La cumbre ha empezado, de todas formas, marcada por la ausencia del presidente chino, Hu Jintao, que hoy ha regresado a su país por la ola de violencia en la provincia de Xinjiang, y con una nueva polémica en torno a Silvio Berlusconi, ya que han llovido las críticas por la organización de Italia.