La Metro Goldwyn Mayer (MGM) el mítico estudio de Hollywood ha presentado una solicitud de protección por quiebra. Una formalidad que supone un paso más en los intentos de la productora para intentar no caer bajo el control de sus acreedores a los que debe unos 4.000 millones de dólares.
La solicitud de protección, presentada ante un tribunal de Manhattan al amparo del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras estadounidense, se produce tras una votación realizada por los acreedores de MGM para presentar una quiebra “empaquetada” que pondría al estudio en las manos de los ejecutivos de Hollywood Gary Barber y Roger Birnbaum, que controlan a la compañía Spyglass Entertainment.
MGM acordó también concesiones a Carl Icahn, uno de los mayores acreedores del estudio, para lograr el apoyo del multimillonario a su reestructuración. Icahn había respaldado previamente una oferta rival para fusionar a MGM con otro estudio, Lions Gate Entertainment Corp. Una oferta que la Metro rechazó.
Fundada en 1924 y poseedora del mayor catálogo de títulos de todo Hollywood, la MGM controla la franquicia de James Bond y además ha producido algunas de las más recordadas joyas del Séptimo Arte como El mago de Oz, Ben-Hur, Doce del patíbulo o Doctor Zhivago.
El estudio ha estado lidiando con una deuda millonaria desde 2005, cuando fue vendido en una operación apalancada por 2.850 millones de dólares.